El mal me ha abandonado… llevándosela consigo, a la inspiración…
En realidad todavía no se ha ido… y ya lo echo de menos… que triste. No se cuando se irá… sólo sé que estaré seis meses y un día sin él… y probablemente sin ella.
Las drogas inspiran, que te lo digo yo… y no lo digo yo, que lo dice Roberto Iniesta Ojea. Igual no, igual es al revés… quien sabe… bueno, ya lo veremos. En fin…
El problema principal es que las manos ociosas son instrumentos del diablo… eso es todo. Por lo demás lo llevo bien, gracias…
Y ahora lo necesito!!! Dios… los puñetazos a las paredes no sirven de nada… comprobado.
Toma mi dinero! Mecagüendios! Tómalo! Pero no vuelvas a pronunciar mi nombre, ni me menciones, olvídame! Como intento hacer yo… y consigo… hasta que vuelves a entrar en mi vida...
Tiene gracia… jajajaja… en serio. Me das la razón continuamente. Me tiembla el pulso… lo necesito… no acierto a poner una sola palabra bien… lo necesito. Tienes la virtud de aparecer cuando la herida está a punto de cicatrizar… en fin… eso ya lo dije.
Pero bueno. Yo ya lo sabía, era cuestión de tiempo. Lo gracioso (y mucho) van a ser las caras de quien no lo sabe… ains! Tiempo cabrón, que lento eres!
Mal día para que el mal se haya ido…
De esto no iba esta entrada… pero bueno, todo está relacionado. Como la vida y la muerte, como la muerte y la vida.
Y todavía falta mucho para que se vaya… pero mucho, mucho. Pero me estoy despidiendo de él a conciencia… te echaré de menos! A lo mejor es definitivo tu adiós…
Tú me haces sentir… tú me haces desaparecer… tú haces que no haya tiempo… ni espacio… sólo tú… en fin.
Te necesito cuando te necesito, pero sin ti soy algo, y contigo también. Contigo me conozco mejor a mi mismo. Contigo me calmo. Tú me haces pensar… y delirar. Tú me inspiras. Tú me das clarividencia. Tú haces que casi todo tenga sentido. Tú me matas. Tú me despistas. Tú me aleccionas… en las malas artes. Haces que sonría. Que llore. Tú me vacías.
Contigo no sé dónde estoy… ni dónde voy. Claro, que sin ti tampoco lo tengo demasiado claro. Contigo no hay ni tiempo ni espacio. Me haces viajar por ellos. Hoy ya no es hoy sin ti. Ni contigo. Tú me enganchas. Tú me sacias. Tú me das hambre y sueño. También me ayudas a dormir mejor y más tranquilo… y a dormir más, mucho más. Tu me haces sociable… tu el alcohol y esa extraña predisposición para que se me acerque según que gente… soy borde! Y desagradable! Y antisocial! Ains… pero sin ti, contigo no. Contigo soy sociable, simpático, amable… hasta agradable… Tú me haces ser. Tú me haces hablar… y hablar de más. Me das elocuencia, lo sabes.
Sacas lo mejor de mi… y a veces demasiado de mi… y a veces demasiado profundo.
“Bien, lo que aquí se ha planteado es cuánto es lo bastante borracho… y la respuesta es que depende de las células del cerebro. ¿Del cerebro? Así es…Con cada vaso de licor que tomas acabas con cientos de esas células. Pero eso no importa mucho porque tenemos millones. Primero mueren las de la tristeza, así que estás sonriente. Luego mueren las del silencio, y todo lo dices en voz alta aunque no haya ninguna razón, pero eso no importa, no importa, porque después mueren las de la estupidez y hablas con inteligencia. Y por ultimo las células de los recuerdos… esas son difíciles de matar.”
Mensaje en una botella (Intro), Flowklorikos.
P.D.: “Esconder”… ocultar, es más fácil que escribir entre líneas… y descubrir es más fácil que leer entre líneas. Vaya plagio, ¿eh Sara?
P.D.2: Y la idea base de esto (ya se sabe, la vela que va delante es la que alumbra el camino), se me ha ocurrido cagando… manda güevos!! Ya lo dijo Kase.o en alguna canción… no dejo mi mente en blanco ni cuando cago, nena. Y será escatológico… pero es verdad.