sábado, 4 de septiembre de 2010

Para ser feliz sólo hay que olvidar el pasado (Parte Tres)

Estamos en una oficina. Es una oficina muy grande y blanca. Está rodeada por pequeñas peceras llenas de máquinas y gente con trajes antirradiación. Estoy sentado frente a un tablero con unas cuantas pantallas y muchos botones, palancas, interruptores… estamos creando la muerte. He llegado aquí por enchufe. En una de mis muchas borracheras en los bares de esta maldita ciudad, hice amistad con el director general o algo así. Tan fácil como una borrachera. Curiosamente él no parecía tan borracho. El caso es que empezamos a hablar, a discutir de política, armas, investigación, Rusia y un montón de chorradas más. Me ofreció trabajo inmediatamente… y con un buen sueldo. Yo no me lo pensé dos veces. Y aquí estoy, haciendo más bien poco y cobrando mucho. Después de mucho estudiar he comprendido lo que estamos haciendo y no es tan difícil. Esta mañana he recibido un correo electrónico: el jefe quiere verme dentro de una hora. Seguramente será para quedar a tomar una copa esta noche.

- Hola Pósito, siéntate.

- Gracias, señor.

- Vamos al grano, acabamos y nos tomamos un güisqui, ¿te parece?

- Estupendo, señor.

- Bien. Quiero que vengas mañana a la reunión con los militares. Si todo sale bien dirigirás un nuevo proyecto conjunto.

- ¿El gobierno? Vaya… debe ser algo muy gordo.

- Lo es. Vamos a adelantarnos a Alemania en la creación de una bomba nuclear.

- ¿Cómo? Esa tecnología aún no es aplicable al uso, es altamente inestable.

- ¿Desde cuando tienes escrúpulos? Si los alemanes pueden, nosotros también. Tenemos las investigaciones muy avanzadas y queremos probarlo cuanto antes. La forma más rápida es contar con la aprobación del gobierno y el apoyo de los militares. Quiero que les vendas que podemos hacerlo. Y no te estoy proponiendo nada ni quiero que lo pienses, es una orden. Y es lo mejor para ti, lo sabes. Un cargo importante, un sueldo más que importante… pronto serás un multimillonario. Por más que te lo parezca, nunca podrás imaginarte cómo vivimos… hasta que lo vivas. Cuando uno es asquerosamente multimillonario lo puede tener todo. Una vida tranquila, una ajetreada, una ajetreada pero sin que nadie lo sepa, una doble vida… ¡y hasta una triple! Todo se puede comprar con dinero, y te aseguro dinero como para poder comprarlo todo.

- Es usted altamente convincente señor… y me ha hecho feliz.

- Me alegro… ¿con hielo?


A los militares nos costó más bien poco convencerlos, pareciera que tenían más ganas que nosotros de probarlo… y que saliera bien. Así lo hicimos. Trinity fue la primera, y salió perfectamente. Todo sucedió demasiado deprisa. Lo cierto es que teníamos las investigaciones mucho más avanzadas de lo que parecía… demasiado. Mi vida cambió radicalmente. Me sobraba el dinero. En serio. Es inimaginable. Luego me desentendí. Intenté alejarme. Tenía dinero como para vivir varias vidas a todo trapo… no tenía prisa. Pero la información llega a todas partes. Viví alejado la conmoción social que provocó el uso militar de la bomba en Hiroshima y Nagasaki. Era de esperar. Estaba al margen. Y supe que otros países empezaron a investigar. Y, por supuesto, Estados Unidos vendió cara la información. Así había Hombres Gordos y Niños Pequeños en todo el mundo, pero sobretodo en Estados Unidos y Rusia… dos grandes enemigos. Con una copa del mejor y más caro bourbon del planeta en la mano y el periódico de esta mañana en la mano, me pregunto cuánto tardaremos en reventar este planeta… y si viviré para verlo.

- ¿Qué ha pasado?

- ¡Ah! Por fin despiertas… ha sido un trance muy largo. ¿Qué tal estás?

- Bueno… es… (silencio) horroroso… yo…

- Es difícil. Intenta tranquilizarte.

- ¿Tienes un poco de agua?

- Por supuesto. Y… no te preocupes… lo sé todo… yo…

- Preferiría no hablar de eso… por favor…

- Yo también tengo algo que contarte…



“La distancia hasta llegar se llenaba de oscuridad

La luz que me guiaba se apagó

Y en un triste amanecer inundado por la ilusión

Una voz en el aire nos hundió


Y el mensaje...El mensaje que llevaba era dolor

Y enterraba... Enterraba el alma donde se sintió

Serenarse


Sin lugar a reaccionar abandonó la verdad

Me oculto en un vacío temporal

Me obsesiono en dibujar la madrugada de la ansiedad

Si el tiempo le ayudó a descansar


Un largo viaje sin avisar

Una llamada sin acabar

Una propuesta sin aceptar

Quizás mañana


Cuántos deseos sin realidad

Cuántos proyectos sin empezar

Cuántos momentos que recordar

En mi memoria


Y el mensaje....El mensaje que llevaba era dolor

Y enterraba.... Enterraba el alma donde se sintió

Serenarse, Serenarse


Bajo la inseguridad de tener que continuar

Pensando en qué momento puede ser

Siempre me acompañará esa objeción a la adversidad

Y el hambre de vivir y disfrutar”

Serenarme (en la desolación), Hamlet

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