jueves, 25 de mayo de 2006

Vencedores y vencidos

Dicen de la guerra civil española que no hubo ni vencedores ni vencidos. Yo creo que hubo un gran vencedor y muchos vencidos, pero sólo es una opinión personal. Extrapolando, yo me siento vencido… y no por perder la guerra, que también, si no por las circunstancias. Yo soy yo y mis circunstancias y si no las supero yo, me superarán ellas a mí. Bien, pues me han superado. Abandono. Renuncio. Me voy. Hasta agosto para decidirlo… pero creo que ya está decidido… o casi. Quedan un par de flecos que pulir y listo. Abandono. Mis enemigos han ganado. Se sentirán vencedores. Me alegro por ellos. Una victoria es una victoria… con o sin trampas. Pero yo me siento vencido. Y eso no se puede cambiar. He perdido muchas batallas, pero nunca una guerra. Perder las batallas era decepcionante, pero siempre ganaba algunas, que me volvían a subir la autoestima. Perder una guerra… supone el exilio… y la renuncia a regresar… al menos en muchos años. Quizá es eso lo que más me duela de la derrota. Si me voy no volveré… eso dije antes de venirme, y lo mantengo. Mis circunstancias han conseguido exiliarme. Está entre voluntario y forzoso. Voluntario porque hago lo que quiero, y si no quiero no me voy. Y forzoso porque es mejor una muerte que una vida de sufrimiento. No puedo estar cada dos meses derramando sangre… la sangre no se recupera… no hay nadie que me haga una transfusión. Es un puedo y no quiero.
He sido un mal general. Cometí errores, y los errores se pagan… sobretodo en las guerras. Mandé una avanzadilla a pecho descubierto y con el corazón en la mano… no regresó nadie… todos murieron. Ese fue un grave error, que no he podido remendar, y probablemente sentenció la guerra. Las tropas se sintieron decepcionadas. Los que no habían regresado eran sus compañeros… sus amigos… sus hermanos. Por más que me empeñé no pude hacerles olvidar la masacre. Confié al tiempo la tarea de olvidar. Pasamos semanas agazapados en las trincheras, a la espera de un movimiento enemigo, con la esperanza de que no se produjera y pudiéramos abandonar el puesto para siempre. Después de un tiempo de inactividad, las tropas se relajaban… todo parecía ir bien, pensábamos en abandonar el campo de batalla para siempre. Ese fue otro error. Esperar. Confiar en que no se produciría el ataque. Pero se produjo. Y nos cogió distraídos. Nos pilló en bragas. El enemigo inició un ataque indiscriminado sobre nuestra posición, con toda su artillería… sobrevivimos unos pocos. A veces pienso que habría sido preferible perecer en el ataque. Los que conseguimos salir de aquel infierno estábamos todos afectados por las imágenes de la guerra. Sangre, explosiones, muertos, fuego… dios, que impotencia. Nada podíamos hacer salvo correr. No podíamos enfrentarnos a un enemigo que nos superaba en número y en maldad. Corrimos. Huimos, sí, huimos. Quizá fue una decisión cobarde, pero era la única decisión. Muchos han muerto, pero no ha sido en balde. Hemos conocido a nuestro enemigo. Si quisiéramos podríamos hacerle frente… pero no queremos. En realidad no merece la pena derramar más sangre… aunque sea sangre enemiga… aunque sea sangre podrida. De todas formas sabíamos que era una dura batalla. Sabíamos que el enemigo es despiadado y cruel. Pobres de nosotros esperábamos un ápice de compasión en su corazón pero… está visto que no. Pagamos nuestros errores... en realidad, pagué mi error.
Intentaré que nadie se entere hasta que me haya ido… no me gustan las despedidas. Por lo menos que no se enteren de que es prácticamente definitiva. Aunque… no creo que le importe demasiado a nadie… eso es bueno. Hay más cosas buenas, desde luego. Volver a casa siempre es bueno… creo. El hijo pródigo ha vuelto! Podré volver a pelearme con mi hermano…
Pero sé que no voy a levantar cabeza como me vaya… que no tengo elección… que probablemente… yo sé.
Dicen que ningún veterano de Vietnam está cuerdo, que todos tienen trastornos psicológicos. Que se levantan sudando y gritando en mitad de la noche porque a su cabeza han vuelto las imágenes de la guerra. Dicen que están todos tocados. Espero que no les pase eso a mis hombres… me sentiría culpable.

“El enemigo se ha ido
Pero pronto ha de volver
Cuando suenen sus tambores
De seguro moriré
Han muerto todos los míos
Solo yo… sigo en pie
Todos eran mis amigos
Pero pronto los veré
Pues yo también estoy herido
Herido de gravedad
Lo sé al ver correr mi sangre
Ávida de mi escapar
De este cuerpo malherido
Que nunca dudó en arriesgar
Su vida en pos de un sueño
Que ya no conseguirá
Me ataré a mi estandarte
Fiel símbolo de mi fe
Si llega antes la muerte
Que ellos me encuentren en pie
En pie y desafiante
Como siempre yo viví
Que tengan claro en sus mentes
Que yo jamás me rendí
Y estoy perdiendo el sentido
Ya casi no puedo ver
Muerte espera un momento
Que pronto han de volver
Veo venir una dama sonriendo hacia mí
Si esa dama es la muerte
¿Quién tiene miedo a morir?
Viene cantando una nana
De mi tierra natal
Me la cantaba mi madre
Nunca la podré olvidar.
Oh, oh, oh…”
Nana, Warcry

lunes, 22 de mayo de 2006

Ladrones y clubes de fans

Cree el ladrón que todos son de su condición… una vez más, sabiduría popular. En fin… lo cierto es que no sé que hago escribiendo esto… sobretodo para que lo lean ciertas… personas, sí, personas. Decía lo del ladrón porque la gente piensa en los demás como si fuera sí mismo. Es decir, yo insulto, los demás insultan. Yo amenazo, los demás amenazan. Yo denuncio, los demás denuncian. Y no. Tú insultas, amenazas, denuncias, pero yo todavía no. Lo siento por ti, porque sé que te parapetas en lo que crees que hacen los demás para no tener que cargar con la culpa… y no. Y no digo que no tengan razón, simplemente digo que eviten insultarme si yo no he insultado. Es más, que eviten hablar de mí si yo no lo he hecho antes. Supongo que escribo esto porque una acción siempre genera una reacción. Porque la violencia sólo genera violencia. Y escribo esto… sea o no cursi, que quieres que te diga…
Lo que me da pena de verdad es que me leas! Evítalo, por favor… como evitaba yo leeros, pero claro, me dicen que hablan de mi y… sí, uno es vanidoso y le gusta que escriban sobre él… sea bueno o malo... el caso es que hablen de uno. Mira… da igual. En serio, si eres feliz insultándome, amenazándome o denunciándome… pues mejor para ti, pero digo yo que es un poco triste, ¿no? Que digo yo, ¿eh? Que no tengo cerebro ni nada de nada… pero bueno, por lo menos no voy acusando a la peña por ahí. Es fácil acusar, ¿verdad? Es muy fácil. Y es más fácil cuando el acusado se comporta exactamente como se comportaría el acusador (volvemos a lo del ladrón). Mira, si tu novia y tú tenéis un club de fans que os insulta… pues mejor para vosotros, a mí, sinceramente, como si os financian un viaje a Kazajistán. Seguid acusando indiscriminadamente, que cuando esté toda España acusada fijo que habréis dado en el blanco. Sinceramente vuestras vidas me importan el doble de nada, es decir, nada de nada. Intentaba mantenerme al margen… pero ya veo que es imposible… me tenéis en mente. Os insultan, soy yo. Hablan de vosotros, soy yo. Espero que cuando un anónimo ponga algo bueno de vosotros también penséis en mí… lo que sería el colmo de la hipocresía… claro que para colmo, vuestras acusaciones. Sí, cometí un error. Hice un comentario, lo siento, supongo. Aprendí del error y desde entonces no sabía nada de vosotros. Está bien. Pero la gente se empeña en informarme… y yo no escucho. Lo estaba consiguiendo! Lástima de vuestra… mala fe. Sí, mala intención, eso es lo que tenéis. Chicos, si os buscáis enemigos pues que queréis que le haga yo. Simplemente podría hablar mejor o peor de vosotros… pero me limito a no hablar. Sinceramente, estaba en proceso de olvido. Estaba casi convencido de que no os conocía y nunca os había conocido… y me venís con esas… ains… que cruz, señor, que cruz. Dedicaos a vivir la vida, rezar a vuestro dios y hacer vida normal, de verdad, dejarme en paz. He leído los comentarios que os han hecho (qué remedio!), y me ofende que penséis que yo he usado esas palabras tan soeces. O que penséis que a mi me importa si estáis gordos o flacos, rubios o morenos, vivos o muertos. Me da igual, de verdad. Nunca os he mentido (cosa que no puede decir todo el mundo, ejem), y no os miento ahora: me dan igual vuestras vidas. Denunciarme, si creéis que es la solución. Os puedo decir mi DNI, para que no haya dudas. Incluso, si tuviera pena de cárcel, que sé yo, igual hasta entraba. Con tal de que me dejéis en paz…
Otra cosa es que no conocéis demasiado bien las leyes de este país… insultar no es un delito, es una falta, así que lo de la pena de cárcel… que lástima! De verdad. Las amenazas, coacciones y anónimos… no estoy muy puesto, pero bueno. Por cierto! Podéis seguir la IP de quien haya dejado la entrada y saber desde que ordenador la hizo. Os puedo dar la mía si queréis. No sé donde habréis denunciado, pero desde luego no deben haber hecho mucho… por no decir nada. Debe ser que los de delitos informáticos no están a la orden del día… quién sabe, o a lo mejor sólo se dedican a buscar a los que nos bajamos música de Internet.
Sinceramente espero que no leáis esto… porque yo no pienso volver a leeros… aunque es un país libre, ¿no dicen eso? Tan libre que se puede acusar, insultar, denostar, al prójimo y no pasa nada! Luego está la conciencia de cada uno… de cada uno que la tenga, porque yo desde luego la perdí hace tiempo, junto con el cerebro.

No tengo más odio que el odio que me tienes, co. Kase.O

"Nada hay bajo el sol, que no tenga solución
nunca una noche venció a un amanecer"
Tu mismo, Warcry

P.D.: ¿Dónde quedó la amabilidad? Ah! Que era falsedad, no amabilidad… vale, vale, todo claro.

sábado, 20 de mayo de 2006

Un mal día lo tiene cualquiera

Y ese día es hoy (lunes). Hoy es uno de esos días en los que me es imposible poner buena cara, lo siento. No me sale. Como no me sale sonreír… no puedo. Me siento forzado. Me pesan los ojos… falta de sueño… no descanso… ¿por qué? Ni idea. Demasiadas vueltas a la cabeza para nada. Demasiado… demasiado ebrio… demasiado… demasiado para ser domingo… igual es eso. También es cierto que le llevo dando vueltas muchos días, no es sólo hoy. Hoy es la culminación. Sueños demasiado extraños y breves… intensos… desquiciantes… me agotan. No me apetece escuchar música… chungo… no me apetece nada más que meterme en la cama y dormir… o por lo menos intentarlo. Menos mal que me hace reír un rato mi hermano… si no… si no fuera por la familia, habría desistido hace tiempo de seguir en la senda. Otro día más… martes… igual que ayer… falta de sueño… horas y horas desvelado con una imagen fijada en el cerebro… no debe ser bueno… igual si… dos tiros… a veces no tengo solución. También a veces hablo de más… y pienso de menos. Como cuando decidí lo que decidí… no pensé… casi nunca pienso, así me va… decisiones que le dan un giro a mi vida son tomadas a penas en unos segundos… no debe ser bueno, no… hay cosas que debería pensarlas durante más tiempo… pero ya es tarde, tarde para esa decisión, intentaré que no lo sea para las futuras… pero mucho me temo que… volveré a equivocarme… una y mil veces. Creo que ese es mi destino. Tomar una decisión equivocada tras otra…
Luego está la soledad… Nunca nadie se acostumbra a estar solo. La soledad es el descanso del guerrero. Es la muerte y la paz. Demasiado solo. Demasiado acompañado para sentirme solo. Y eso nos lleva a la compañía… a la compañía que me haces, pero… ¿vamos bien? No las tengo todas conmigo… pero vamos bien, sin duda. Ahora si que es demasiado fijo y nada esporádico pero… me siento bien. Quizás es porque siento que la decisión no es mía… a lo mejor no es ni tuya… sin duda es la vida la que me guía… igual… o igual no.
En días como hoy me da por pensar que me equivoqué escogiendo el camino. Hay una gran diferencia entre conocer el camino y andar el camino. No lo conocía, no lo conozco… pero lo estoy andando… y no sé dónde voy.
Ya es viernes y ya llevo dos días durmiendo bien! Dos días que he vuelto a caer en la tentación del mal, así que… estamos jodidos. Dos días escuchando mucha música... eso si que es bueno.
Y por fin sábado… ya es otro día, sin duda. Hasta el lunes más o menos bien… por lo menos hay planes de dormir a gusto.

Hoy no es mi día, pero cual si?
(…)
la vida no me comprende y lo se,pero yo no comprendo la vida y me tengo que joder, a prior todo puede ser peor, (…) a veces pienso que estoy fuera de lugar,
(…)
pero están contentos, se con quienes cuento,
y se quienes cuentas conmigo y están contentos,
pero los problemas no terminan,
sigo siendo victima de la rutina y siento lastima,
tal vez sea yo el problemático,
y solucione problemas volando desde un ático,
un lunático soy,
que duerme bajo un manto de estrellas,
y una luna que se ríe de ellas,
nada me consuela ya,
demasiado caprichoso un chico difícil de tratar,
tratare de calmar mi soberbia,
culminar mi trayectoria, evitar melancolía,
tratare de fluir sobre melodía,
pero una cosa tengo clara co, que hoy no es mi día.
No te entiendo y no me entiendes,
nadie me comprende,
dime de quien te ofendes o por cuanto te vendes,
acabe escribiéndolo aunque no quise,
porque son días grises!”
Días grises, Flowklorikos

viernes, 12 de mayo de 2006

La gente normal nunca se convierte en soberana

Es cierto. Nunca llegaré a ser rey. Ni príncipe, por supuesto. Entre otras cosas porque no suelo mentir. Soy… gentecilla… jajajajajaja!!! Soberbio término, si señor. Me dedico a echar mierda sobre la gente… o eso dicen… o eso creen. Ains… cuando no se sabe lo que se hace, qué mal se hace. Luego está la información, la falta de, y la mala. Y eso es en lo que se empeña cierta gentecilla… jajajajaja… me hace mogollón de gracia el término, en serio. Si, no mencionar ciertos nombres, ni opinar sobre ciertas persona, ni preocuparme por si están vivos o muertos… si todo eso es echar mierda… pues si, soy culpable. Claro que extorsionar, no extorsiono. Mentir, no miento. Insultar, no insulto. Por lo menos soy coherente. Explicaré lo que es la coherencia, porque hay gente que la usa sin saber su significado. Coherencia es decir: “soy amable y cordial, soy educado” y cuando te encuentras con la persona a la que se lo has dicho decirle por lo menos hola. No es coherente decir eso y girarle la cara. La educación brilla por su ausencia, igual que la amabilidad y la cordialidad… y la coherencia… pues nunca existió. Nos vanagloriamos de actos que no realizamos. Es fácil apropiarse de palabras y darles un significado propio, lejano de su significado real. Eso es mentir. Y sí, yo también miento, es cierto. Pero existen varias diferencias. La principal es que por lo menos no me miento a mi mismo… que triste, ¿no? Mentirse a uno mismo… debe ser duro descubrir que te has mentido. Otra diferencia es que las personas a las que he mentido no las conozco, ni las conoceré y seguramente no vuelva a verlas… a saber: la Guardia Civil, la Guarida Urbana, Hacienda, tenderos, comerciantes, empresarios, dependientes, etc. Bueno, a algunos me tocará volver a verlos, fijo. Pero nunca a un amigo, ni siquiera a un conocido! Me siento incapaz de mentir, lo siento. Tanto es así que procuro no opinar de nada que no haya visto. Y si lo hago es poniendo a mi interlocutor en antecedentes. Así que en cuanto oigas un solo comentario de mi boca sobre ti, o sobre vosotros, te daré la razón, admitiré mi error y me pegaré un tiro, así de fácil, y así de seguro estoy. Cosa que no podría hacer según quien, pues ya habría muerto. En fin… en el fondo me alegro. Me alegro de que me insulten, de que mientan sobre mi. Sí. Eso implica que no me pueden olvidar… que triste. Implica también que no pueden vivir sin mi, sin un chivo expiatorio que les libre de sus pecados. Y luego creemos en Dios! Pues que el tribunal del más allá os juzgue y os evalúe. Yo estoy cansado, de verdad. Cansado de que me tengáis en vuestras mentes y en vuestras bocas. Yo intento mantenerme al margen, de verdad… pero es tan difícil… no quiero información, de verdad… no quiero. Pero de repente me llega un comentario… otro… otro… y al final… me hacen escribir esto… igual es incongruente, si… pero lo necesitaba. Espero que por lo menos no me lean… sería de lo más triste…
Por cierto, no me pesa, me alegra… cuanto más tiempo estén juntos menos molestarán al resto. Penetrando hasta el fondo!!!!! Jajajajajajajaja! La polla, de verdad, la polla… algún día os explicaré de que me rio… y a lo mejor a nadie más le hace gracia, pero lo que es a mi… joder, me parto…

"Sé como eres y no te veré jamás
ciego, sordo mas no mudo
sólo un fanático más
Algún día ha de llegarte tu fin
quiero estar allí

Sólo una patria, solamente un color
sólo una creencia, una ley y un amor
crees que el infierno no está hecho para tí
crees tantas cosas, pero yo no creo en tí
pobre infeliz"
Hijo de la Ira, Warcry

miércoles, 10 de mayo de 2006

¿Cómo resumir un cuarto de siglo?

Si fuera un grupo de música estaría preparando un recopilatorio. Bodas de plata en un matrimonio. El aniversario de un acontecimiento, con o sin celebración.
Imposible. Y menos con mi memoria.
Cuando era un chinorri jugábamos a un juego, que no recuerdo como se llama, en el que tenias que contestar preguntas del tipo ¿A qué edad tienes pensado casarte? Después de un breve cálculo yo decía que a los 25… ¿Y tener hijos? El cálculo era más fácil, un par de años y a por el churumbel. Bien, ahora respondería ¿Casarme?? ¿Hijos?? Yo no uso de eso. La ingenuidad de la juventud. Ahora me dicen que los 30 no es mala edad… bien, teniendo en cuenta que sólo me quedan cinco años… no se yo. Cinco años ya no parecen tanto. Cinco años parecían tanto con 20… una eternidad. Me podía haber quedado en los 20, no era mala época. Estudiaba, trabajaba, tenía novia, amigos… cerebro también tenía más que ahora… bueno, en cantidad igual, pero no en calidad. La experiencia es lo único que queda, lo único que he ganado. Y no es poco. Mucho ha pasado en cinco años… bueno, mucho ha pasado en un año. Va por años. Hay años que son completamente anodinos y años en lo que se acumula todo. Lo dejamos. Un par de años normales, sin más sobresalto que alguna llamada telefónica. Acabé de estudiar, dejé el trabajo y me trasladé el mismo año. Durante los siguientes seis meses pasó de todo. Bueno y no tan bueno. Aunque todo depende de cómo te lo tomes. Yo me lo tomé de puta madre. Siempre falta algo. Siempre falta lo mismo. El primer año fue muy largo, pero no echaba de menos casi nada… a lo mejor lo de siempre, pero no me preocupaba demasiado. Empecé a vaciarme en serio y a piñón. El segundo está a punto de cumplirse y… sigue faltando. Algo he encontrado, parte. De hecho ha sido desde entonces que lo echo en falta. Igual demasiado… no encuentro la palabra… demasiado frecuente, demasiado fijo para ser esporádico. Me he enganchado. Ya no te veo igual, que quieres que le haga. Quizás por eso me estoy esforzando por conseguir algo esporádico… con otra persona.

“quitando la pila al reloj nunca matarás al tiempo”
Sistema R.A.P., R de Rumba (con Xhelazz)

No voy a resumir. Está claro. Ya tuve el bajón hace tiempo, pero me queda otro que llegará en breve… supongo. Son de esas veces que te pones a pensar… y eso no puede ser bueno. Por eso me drogo, para no pensar. No tengo pareja estable, ni trabajo estable, ni destino estable, ni amigos estables, ni cerebro estable, ni nada estable; así que lo de la boda… habrá que posponerlo. No vivo mal, desde luego. Hago lo que quiero… cuando quiero. Se podría decir que soy libre. Pero mentiría. Nadie es libre. Somos esclavos. De la sociedad, del dinero, de nuestras palabras, de nuestros actos, de nuestros vicios, de nuestras adicciones… siempre hay algo que te esclaviza. Como siempre hay algo que falta. Y casi siempre es lo mismo. Hoy… hoy es un día más. Y ya no estás. El caso es que seguramente te necesite… aunque me cueste reconocerlo. Supongo que cuando publique esto serán ya dos días, aproximadamente.

“Somos el tiempo que nos queda,
la vieja búsqueda, la nueva prueba
Yo tampoco sé vivir, estoy improvisando
pues cada uno tiene que ir tirando a su manera
Hay quien se desespera, verás,
el tiempo, a veces amigo del hombre, todo lo deja atrás
En la carrera la fatiga es normal
por eso hay que parar a respirar
Mira, el final es para todos igual”
Vivir para contarlo, Violadores del Verso

Malestar general… nudo en el estómago… dolor de cabeza… imposibilidad de comer… dolor punzante en alguna parte del pecho… agotamiento físico… y mental… Si me viera mi madre diría que estoy enamorado. Para ella siempre estaba enamorado… o casi siempre. Pero no. No debe ser eso… no creo, vamos. Debe ser cosa del cerebro… o de la abstinencia… de un encuentro próximo… de un error pasado… del pasado reciente, nada lejano… de una conversación a medias… de medias conversaciones… de palabras que abrasan la garganta… del mencionado bajón… de una canción que no te canto… del dinero… de no encontrarme… otra vez… de todo junto. Debe ser la muerte…

“Has visto muchas cosas y no temes la muerte pero algunas veces la deseas, ¿no es cierto? Eso les pasa a los hombres que han visto lo que hemos visto. Como las víboras, vamos muriendo, reconocer la vida en cada sorbo de aire, en cada taza de té, en cada muerte que causamos... ese es el camino del guerrero”
(Intro) El camino del guerrero, Nach

Y llegó el día de publicar, hoy, 10 de mayo de 2006, un día más… un año más… un cuarto de siglo… y no necesito nada… porque no tengo nada… y al que nada espera, nada le llega y nada tiene que perder.

lunes, 8 de mayo de 2006

El primer día del resto de mi vida.

Bueno, bueno, bueno… parece que llegan tiempos de cambio. Tranquilidad… inactividad… sosiego… paz… bueno, paz no.
El mal me ha abandonado. Total, que hoy he empezado “el tratamiento”. Que jebi suena… y que difícil. Bueno… no tan difícil, de momento lo único que he hecho ha sido orinar en un bote de plástico. “Hasta septiembre” me ha dicho la trabajadora social… pero hasta septiembre sólo hay cinco meses… no se. Si sale bien… estás que lo dejo.
Lo dicho. El primer día del resto de mi vida. Cambios por doquier! El sábado me probé tres pantalones que tenía en el armario desde un poco antes de navidades… en dos de los cuales estaba literalmente embutido. El tercero ni siquiera abrochaba. Cambios. Igual que si fuese fin de año, propósitos. Más deporte. Vida sana. Se hará lo que se pueda. Dormir más, madrugando.
El primer día del resto de mi vida. Más antisocial. Más borde. Más cabrón. Menos hablador. Menos chistoso. Menos ridículo. Menos idiota. Más imbécil. Y no es que quiera, pero es lo que hay. Y eso que… en fin. Supongo que lo llevaré bien… ¿no? Pero… éste malestar, ésta sensación de incomodidad, éste dolor de estómago… ¿tendrá algo que ver?
Se acabó el ligar… se acabó la elocuencia… se acabó la risa gratuita… se acabó la felicidad…
Y el sábado me sentí idiota, imbécil, gilipollas… de todo, vamos. “Quítate esa vergüenza y éntrale de una vez”, me decían… y me decidí… y me interrumpieron… y la tierra no me quería tragar… y no me tragó… pero desaparecí… por poco tiempo… el suficiente para reventar otros tantos millones de neuronas… de manera que todo parecía distinto a cómo había pasado…
Pero todo me sigue oliendo a ti… sigue palpitando en exceso cada vez que te veo… se me siguen atragantando las palabras… y no hay remedio.
Está claro que no sé. Cada vez me doy más cuenta. Y el futuro no parece ser más productivo. Una vez más… una vez más sólo… una vez más solo…

“Cada vez más sordo, cada vez más loco,
tampoco estoy roto pero por poco,
cada vez más solo, y cada vez más triste,
cada vez más cadáver ¿quién coño resiste?
trae ese ron es la canción de los alcohólicos por desamor que viven soñando,
viven cantando, y yo estoy entrenando estos versos perfectos que he estado pensando”
Trae ese ron, Doble V

Y todo a dos días del cuarto de siglo. Por cierto... felicidades espíritu alcohólico.
Creative Commons License
Esta obra está publicada bajo una licencia Creative Commons.