domingo, 30 de septiembre de 2007

Esta entrada va dedicada… (Segundo aniversario)

Tal día como hoy, hace dos años, empecé este blog... Dos años... Me sorprendo a mi mismo, he sido constante, y no es una de mis virtudes, ni mucho menos. Creo que es el momento de los agradecimientos... A los que alguna vez habéis comentado, a los que no, a esas visitas fugaces, a los que habláis bien de esto, y a los que no, por supuesto, al final lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal. A los que no creyeron en mí… y a los que sí. Tanto por animarme, como por desanimarme. A los que todavía no han abandonado… a los que abandonaron antes de empezar… gracias por evitarme un desencanto mayor. Gracias por desenmascararos antes de que tuviera que hacerlo yo… ha sido mucho más fácil. Hay algunos reproches, pero se perdonan con la condición de no volver a saber nunca nada más de vosotros… ¿trato hecho? Espero que sí. La verdad es que hace mucho tiempo que no sé nada de mucha gente… y eso es muy, pero que muy bueno. Enjoy us. A los que nunca han estado allí… y a los que nunca se fueron. Ir y volver y que permanezca todo igual… es un lujo al alcance de muy pocos. A los pocos amigos… que supieron aguantarme con paciencia. Que supieron darme consejos camuflados en opiniones personales. Que supieron cuándo necesitaba, y cuándo no, un hombro o un codo. A mis amigas… dos o tres… que supieron que un abrazo era mucho más eficaz que cualquier consejo, reprimenda, opinión o comentario. A las conocidas (sin desmerecer), que supieron dar una conversación agradable a tiempo, que también es muy importante. A muchos ratos hablando… y a muchos más escuchando. A todos los que faltáis… y a los que sobran. A los que vendrán… si vienen… y si no, también… y sobretodo: a ti.
Repito algo que siempre he dicho: todo, absolutamente todo, he de agradecerlo a mi familia. No hay más. Todo lo demás, son extras. Desde luego no creí tan prolífico resultado... Ya he dicho muchas veces que empecé por vaciarme, no por nada más... Y, desde luego, todo lo que he sacado de aquí es positivo... Desde mi volcado cerebral hasta vuestros comentarios, pasando por el descubrimiento y redescubrimiento de gente muy grande. La fama una consecuencia, pero no mi meta. No me puedo quejar... Y espero seguir así... Todo el tiempo que mis neuronas aguanten. Os he hablado de mi vida, de mis vicios, de mis paranoias y, a veces, os he hablado un poquito de mí... Pero poco, que luego os acostumbráis.
Llámalo peloteo, pero me apetecía hacer esta entrada… y me ha costado mucho más de lo esperado… mucho más. Y total para ser una mierda de entrada corta y sin ninguna miga… es lo que tienen los aniversarios… que te pones tonto.


“Concédeme un instante, quizás me encuentres interesante,
viste con guante blanco ladrón que tienes delante.
No obstante, como ya sabrás rimo palabras,
no son las palabras que tu quieres oír.”
Quieres (Kase.O y Kami), R De Rumba

martes, 18 de septiembre de 2007

Siempre habrá alguien que corra más que tú, pequeño padawan (Aventuras en la carretera)

Obviando que soy el tío que peor se orienta del mundo, conducir por Barcelona no es tan difícil… sobretodo en según qué zonas, donde la calle que no sube, baja. Si un personaje como yo consigue llegar a los sitios sin excesivas vueltas y sin tener que preguntar ochocientas veces, eso es que se conduce bien. O por lo menos que está bien estructurada. A veces también está bien señalizada… pero sólo a veces. Me paso el día en el coche, gajes del oficio… y me he dado cuenta de que necesito un GPS… sin duda. Voy perdido con los mapas… no me hallo.
Ya lo tengo. Ya tengo GPS. Es un inventazo de la hostia, la verdad. Me ha servido muchísimas veces. Pasarse el día en el coche también tiene ventajas, por supuesto. En realidad creo que son más ventajas que inconvenientes. Bueno… no sé. Se ven muchas cosas. Y si repites muchas veces el sitio… pues se queda uno con cosas. Algo que me llama muchísimo la atención son las prostitutas (putas, lumis, mujeres de la calle, de la vida facil, etc.). Nunca he estado con una puta, pero, en el hipotético caso de que algún día fuera de putas, nunca iría a una de carretera… existen clubes… que seguro que son más higiénicos. Las lumis de carretera son un caso a parte. Están en todas partes… por lo menos por aquí. En la carretera de Granollers, en la autovía de L’Ametlla (con camión parado siempre que voy), en plena ciudad (El Prat de Llobregat), en carreteras secundarias poco transitadas (carretera de Montornés del Vallés)… en cualquier claro de la carretera. Lo de Granollers es impresionante… creo que hasta madrugan para coger sitio. Las hay que leen sentadas en una silla, con o sin sombrilla; las hay que te enseñan las tetas, las hay con rabo… literal… las hay que mean mirando a la carretera, las hay que, incluso, te tiran besos… las hay feas, menos feas, gordas, menos gordas… casi todas latinas… alguna hay del este, pero son las menos. Igual no son latinas… y son nacionales que se pasan muchas horas al sol. En algo coinciden: ropa fácil. Fácil de quitar, supongo. Se estilan los vestidos de colores llamativos… de esos que parecen una sola pieza. Casi todas con falda. Las más culonas con pantalones. En fin… me ha llamado mucho la atención, en serio.
Otro caso a parte son los transportistas. Como los taxistas, son una raza a parte. Sí, digo raza… no son humanos. Los que van con furgonetas pequeñas suelen ser unos kamikazes de cuidado. Se juntan las ganas de no trabajar demasiado, que el vehículo no es suyo y que suelen ser bastante flipados… son transportistas. Si son del gremio de la construcción, suelen ser menos kamikazes, les pagan por horas. Si llevan una furgoneta un poco más grande suelen ser algo más comprensivos con la raza humana… se pasan muchas horas en la carretera y suelen llevar paquetes de cierto valor. Ahora bien, si llevan un camión… si llevan un camión son unos hijosdeputa. Y eso que conozco varios camioneros. Y para conocer uno bueno tienes que haber visto demasiados malos. Se creen los reyes de la carretera… no obstante nadie osa meterse con ellos. Eres una pulga insignificante desde su cabina. No eres nada. No mereces respeto. Es genial cuando algún quemado se les pone delante y les frena en seco, lo cual hace que tengan que frenar en seco… y les jode un taco. El quemado, que seguro que lleva rato puteado por el camionero, se la juega; porque como al camionero le dé por no frenar… en fin.
Aún a riesgo de parecer machista… igual al volante lo soy un poco… y aún a riesgo de perder alguna lectora (mis disculpas desde ya)mujeres al volante. Sentemos precedentes. Seguro que hay mujeres que conducen cincuenta veces mejor que muchos hombres… incluido yo. Aunque no sea demasiado mi estilo, voy a generalizar. Teniendo en cuenta, eso sí, que ya he visto mujeres manejando todo tipo de transporte: coches, taxis, furgonetas, camiones, metros, tranvías… de todo. Pero me refiero especialmente a las conductoras no profesionales. A esas que se quedan en el carril de en medio aunque tengan uno a la derecha enorme y vacío, que se ofenden cuando les pones mala cara mientras les adelantas por la derecha. A esas que se tiran diez minutos decidiendo si se incorporan a la ronda o no. Sobre todo a esas que sólo cogen el coche para ir a llevar a los niños. Son veneno. Se creen que la calle es suya. No ceden el paso ni con un ceda. Van cegadas. Y tienes que apartarte de su camino, evidente. Te miran por encima del hombro (generalmente tienen un coche potente, y mi huevo… mi huevo es el mejor). Paran donde les rota, y diles algo. “Es sólo un momento”. A las que aparcan en tu vado y te dicen “Ah, ¿pero quieres entrar?” cuando llevas cinco minutos con la mano en el claxon. Son las que menos accidentes tienen, de acuerdo… pero son las que más provocan. También quiero decir que el conductor borracho, el que va en sentido contrario, el que comete más infracciones, no es la mujer.
De todos es sabido mi gran aprecio por las fuerzas del orden… ninguno. Pero las de carretera tienen su gracia. Los clásicos Guardias Civiles son de lo peor. Chulos, marrulleros, fardones, prepotentes, ignorantes… lo tienen todo. Pero ojo con la nueva ola: los Mossos. Además de poseer los peores defectos de los lechugas, encima trabajan por dinero. Me explico. Los verdes también trabajan por dinero, claro, pero son unos desgraciados porque les aprieta el tricornio que llevan a rosca... por eso y por lo de no tener derecho de huelga y esas cosas. Pero es que los cuervos son eso, cuervos, buitres carroñeros. Van a poner multas. Nada más. A sacar dinero. Yo creo que van a comisión. Yo, sinceramente, sólo he tenido encuentros con los lechugas… y no los recomiendo.
Y un día cinco de julio te dan un golpe por detrás… y te dejan el coche hecho un cromo… mi pobre huevo… ya nunca volverá a ser el mismo… hoy me lo han devuelto… todo pintadito de nuevo… que mono.

“sabiendo que la búsqueda era eterna,
y que hay muchas paradas a lo largo del camino y que,
lo importante no es llegar sino,
sino el camino en si, miramos atrás
y supimos que nadie volvería a vernos más.”
Fuego camina conmigo (con Violadores del Verso), Elphomega

Bueno, una entrada simple y frívola de vez en cuando tampoco viene mal, ¿no?

lunes, 10 de septiembre de 2007

Do something with your life, get me a BEER

Tengo un problema... Bueno, tengo muchos, pero uno me intriga más que los demás: me quedo con todas las putas caras, es más, me suenan caras que no he visto en mi puta vida. Sólo es uno de mis pequeños desajustes neuronales. Como el de vivir déjà vús constantemente. Un día escribí que el tiempo corría más que yo… a ver si era al revés… quién sabe. El caso es que me asaltan cada dos por tres. Y soy muy consciente de ellos… incluso los manipulo. A veces me doy miedo. Intento fijarme menos en las caras… sabedor de mi problema. Miro menos a los ojos. Intento olvidar. Si mantienes una mínima conversación conmigo, estás preso de mi memoria. Puede parecer divertido, pero a veces es estresante. Sobretodo si trabajas de cara al público. Había veces que me tiraba muchos minutos intentando saber por qué tenía la sensación de conocer a alguien. Me sonaba su cara y no sabía de qué. Así que me ponía a pensar. Y pensar nunca ha sido bueno. De repente, sin más, saltaba la chispa. El buscador del disco duro hacía su trabajo y linkaba una cara a una situación. Ahí acababa todo. El problema venía cuando parecía no haber información relativa a dicha cara. Eso me desquiciaba. Hasta que aprendí a no darle importancia. Luego me saludaba alguien por la calle y no sabía quien era… a saber. Podía ser cualquiera. Besugo flipaba cuando iba conmigo por la calle… “hasta luego”… “venga”… y me preguntaba “¿de qué l@ conoces?”… a saber… puede ser cualquiera. Raro, no digo diferente, digo raro.
El miedo es libre, siempre lo he predicado. Cada uno tiene el suyo y suele ser intransferible… aunque los hay comunes. A veces se confunde con el asco, pero no es lo mismo. Cuando es extremo es peligroso. Los hay a un montón de cosas. A los médicos, a sus agujas, a sus intervenciones, a los dentistas, al compromiso, a cómo morir, a equivocarme, a no hacer nada... Con lo que me gusta no hacer nada. Desde que amigos, familia y pareja están de vacaciones y yo estoy solo en casa; a eso me he dedicado: a no hacer nada de nada... Excepto viciarme y drogarme a mogollón... No lo puedo dejar, cada día me doy más cuenta. Es más fuerte que yo. Me domina. Y es triste... Pero yo lo dejo cuando quiera, creo. Me ayuda a no pensar… espera, creo que me repito. Es otro de mis mono-temas… debo dejarlo. Un día leí entre una lista de efectos secundarios que distorsionaba la sensación del paso del tiempo… o algo así. Me di cuenta de que “efectos secundarios” no siempre tiene un sentido negativo. A mi me parece de lo más molón. Y es cierto. El tiempo transcurre distinto… generalmente las horas… pero cuando se es yo… los años…
El paso del tiempo me mata. Veintiséis ni más ni menos. Por lo menos me queda el consuelo de tener oficio y beneficio, que otra cosita es. Pensando... Estoy igual que a los veintiuno. Tengo trabajo, pareja y amigos... Y no estudio. Pero no tengo veintiuno... Tengo veintiséis, que suena bastante peor. En cuatro, treinta... Eso si que va a ser duro... Pero peor es no llegar. Creo que lo peor es que me junto con gente de veintidós… es una plaga. Todo el mundo tiene veintidós… yo también quiero… jo. Bueno, también hay muchos con veinticuatro… no está mal, sólo son dos años. Pero dos años, depende de si son hacia arriba o hacia abajo, tienen distinto rasero. De veinticuatro a veintiséis hay dos años… pero también los hay de veintiséis a veintiocho… ¡veintiocho! Conozco algunos con veintiocho con su vida hecha, una pareja, un piso común y pensamientos de procrear. También hay alguno con veintisiete que ya tiene un cabezón de casi un año… que gentuza. Traer un churumbel a este jodido mundo… es para pensárselo… inconscientes. No os vayáis a pensar que me preocupa cumplir años o cosas de esas… simplemente, a veces, me da por pensar… generalmente cuando alguien bastante más pequeño que yo y que he visto crecer cumple años… concretamente, mi hermano, dieciocho… ¡dieciocho! Si hace nada era un cabezón chocándose con las sillas… como pasa el tiempo… cabrón.

“De pequeño me enseñaron a querer ser mayor,
de mayor voy a aprender a ser pequeño,
y así cuando cometa otra vez el mismo error,
quizás no me lo tengas tan en cuenta”
De mayor, Búnbury

sábado, 8 de septiembre de 2007

Mujeres... el bicho que le picó al tren (Santi dixit)

Las mujeres son como el fútbol, a grandes rasgos. Los hay que son del Madrid, los hay que son del Barza... A mi, simplemente, me gusta el fútbol.
Nunca he tenido demasiado éxito con el sexo ''débil'', o no he sabido tenerlo. Y, desde luego, cuando lo he tenido no he sabido darme cuenta. Tampoco es que le diera demasiada importancia a las mujeres... Más bien ninguna. Solo traen problemas. Siempre he dicho que son un mal totalmente necesario. Pero acababa enamorado día si, día también. Soy una incongruencia con piernas. Ahora han dejado de gustarme todas, o eso me empeño en creer, y me gusta solo una... Y tengo la suerte de gustarle yo también... Lo que nos lleva a mi miedo al compromiso. Toda relación implica compromiso... Por ende, toda relación me da miedo. Es lo de los principios (que decía alguien muy grande). Todo va bien hasta que pasa el tiempo. Estoy seguro de que llegara el día en que a un buen principio le llegue un buen nudo y acabe en un buen final... De momento me quedo con un laaaaaargo principio... De momento, no vamos mal, pero el miedo acecha en cualquier minuto, esperando su momento para atacar. Alguien dijo alguna vez que todo va bien hasta que va mal. No es que este esperando a que algo vaya mal, ni mucho menos, disfruto el momento, sé vivir al día, pero...
Creo que nunca lo entenderé: ni soy guapo (excepto para alguna tía que me quiere casar y demás familiares miopes o aduladores), ni soy atractivo físicamente, ni soy simpático, y por supuesto no soy agradable al trato... Por no hablar de ciertos desequilibrios mentales y taras físicas... Tampoco es que tenga un éxito arrollador con las mujeres, ni mucho menos… Aun así tengo pareja... Y no una pareja cualquiera, no: es guapa, inteligentísima, graciosa, ingeniosa, simpática (aunque sea con otros), lisssssta y me hace sentir bien... No creo que pudiera pedir más. Pero ella si podría... De hecho, debería pedir más. Alguien más simpático, más romántico, más detallista, menos sicótico-depresivo, menos anti-social, menos adicto, con mejor tipo... alguien menos raro, en definitiva. Debo reconocer que he tenido parejas que no me he merecido y que, por supuesto, no he sabido cuidar como se merecían. Quizás el que no sepa tener pareja sea yo. Quizás no estoy hecho para convivir. Quizás no valga para compartir. Quizás sea un solitario anti-social, rencoroso y amargado. Quizás mi sino es estar solo, rodeado de gente. Lo cierto es que disfruto de la soledad. La soledad no está tan sola, no ves que a mi no me abandona. Tiene su aquel.
Ni me preocupa tener pareja, ni me preocupa dejar de tenerla. Disfruto cuando estoy solo, pero en compañía todo es más divertido. No es que haya tenido un desengaño amoroso que me haya hecho perder la fe en el amor o alguna historia rara… hace tiempo perdí la fe en la humanidad… con todo lo que ello implica. El amor es un sentimiento esquivo y extraño. No se puede definir. Quizás por eso no le acabo de aceptar… o él a mi. Nunca ha sido una palabra de mi agrado. Amor. Es como muy grande. La gente la usa sin razón. “Fulanito está enamorado de menganita” “-Es el amor de mi vida- han declarado”. Ya. Teniendo en cuenta que se acaban de conocer y llevan seis días juntos… ¿a que no adivináis que pareja va a ser la siguiente en romper su “amor”? La culpa de todo la tiene la televisión… bueno, y algunas mentes reblandecidas también. Cuando mi padre y yo vemos el telediario, casi todas las noticias acaban con una frase: “que lo prohíban”. Y no la formula mi padre, no. Él sólo se ríe. “Mujer agredida por marido alcohólico con cuchillo jamonero” Que prohíban los cuchillos. “El tropecientos por ciento de los accidentes de coche, por culpa del alcohol” Que prohíban los coches… o los conductores. Es básicamente el tratamiento que le dan a las noticias en este país. Cuando se habla de algo ya prohibido no pasa. “Se incautan chorrocientas toneladas de hachís” Que prohíban… ups… ¡que prohíban las incautaciones! ¡Mejor aún, que prohíban a los maderos! Le das una gorra a un tonto y ya tienes un madero, que dicen The Kagas. Yo, personalmente, lo prohibiría todo. Bueno, no os voy a mentir… yo lo legalizaría todo… … … vale, ya sé que se me ha ido la pinza bastante, pero ya me conocéis… venga, un alegato final y volvemos…
Siempre se ha dicho que lo esencial en la búsqueda es el objetivo, que no se puede andar sin un rumbo, sin tener un sitio al que ir. Es cierto. Piénsalo. Cada vez que das un paso es para llegar a un punto. Desde que lo sé que procuro dar paseos sin sentido o rumbo. Me pongo a andar. Cuando me apetece, paro y doy la vuelta. A colación de lo que decía: cómo alguien puede buscar pareja. Es decir, ¿te pones a andar para ver si llegas algún sitio? Generalmente no. Primero tienes el destino y luego empiezas el viaje. De lo contrario podrías estar andando para siempre… o llegar al minuto allí donde ibas. Pues esto es lo mismo. No puedes ir a buscar pareja… no tiene sentido. Es muy raro. Bueno, matizando: yo soy muy raro. Y ya he hablado suficiente de mi por una laaaaaaaaaaaaarga temporada… que luego os acostumbráis.
Bueno, ya para ir acabando, lo único cierto de todo esto es que lo importante no es llegar si no, si no el camino en si.

“No se conforman,
tienen un rincón del paraíso, pero
no se conforman
no es por un carro ni un piso, chico
no se conforman
pueden besarte sin permiso, pero
no se conforman
que va, no se conforman
no se conforman
conocen el exceso y el fracaso, chico
no se conforman
es por los besos y los vasos, chica
no se conforman
con ovaciones con aplausos, pero
no se conforman”
No se conforman, Kase.o, Lechowsky, Suddak

Agosto: ¿Sol? ¿Playa? ¿Sombreros de paja? En fin… todas mis vacaciones se resumen en cuatro días en un pueblo fantástico de la sierra burgalesa, lleno de amigos y alcohol; y otros cuatro geniales días en Ámsterdam, también con amigos. Así que el sol y la playa os lo dejo a guiris y “superficiales”.
No me gusta la playa. Todo lo más que voy al año es dos días… y eso que podría llegar a ella andando apenas quince minutos.

P.D.: Aquí está Jooooohnny!!!! Homer Simpson parodiando a Jack Nicholson en El Resplandor. Friiiiiiiiiiiiikiiiiiiiiiiiii… lo sé.

jueves, 6 de septiembre de 2007

La pregunta insolente

¿Qué clase de identidad nacional representa una niña china adoptada y criada en el seno de una familia independentista catalana?

“(…)y yo no he muerto,
si tengo frío me caliento,
si tengo miedo, que no lo tengo,
susurro y pienso
y para mañana ya me he comido
mi pequeña ración de esperanza."
Caballero andante (¡no me dejéis asiiii!), Extremoduro
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