jueves, 2 de noviembre de 2006

¿Cómo no me vas a querer si soy perfecto?

  • Si dejaras de mirarle el culo o las tetas a las tías y empezaras a fijarte en sus ojos, sus manos, su boca, su timbre de voz… quizás captaras algo.
  • Ya… y me dirás que te gusta su timbre de voz…
  • No es eso. Siempre te quedas con el peor ejemplo. Pero por el timbre de voz se puede saber si alguien miente, eso lo sabes tu muy bien. Y por el movimiento de las manos. Y por el de los ojos. Todo eso ya lo sabes. Pues fíjate. Y sabrás más cosas de las que sabes. ¿Sabes que se te pone esa mirada lánguida cada vez que la miras?
  • No es cierto.
  • Sí lo es. Pones cara de cachorrito.
  • Anda, anda… deja de drogarte, haz el favor.
  • A mi no me miras así. A mi me miras con amistad. Con interés. Con dedicación. A veces con cariño. A veces con amor…
  • ¿Y todo eso fijándote en mis ojos?
  • Claro. Y en la forma de mirar. Y de mover las manos. Cuando estás hablando conmigo distraes la mirada, no me hablas a la cara o relajas las manos. Tienes confianza. Por eso no te hace falta mirarme a los ojos. Sabes que no mientes y yo sé que no mientes. Si que me miras a los ojos cuando escuchas. Y aprietas las manos. Estás atento. Generalmente no puedes hacer nada más que escuchar, porque te distraes. Todo cambia si estás liando. O si hay música de fondo. Y bueno, si se dan las dos es imposible hablar contigo. Bueno, no es imposible hablarte, es imposible que contestes.
  • Ahora me estoy fijando, mientras hablas… me miras con cariño. Con tristeza… ¿por qué?
  • No lo sé. Quizás ves más allá de los ojos. Igual hasta lo has entendido. Igual ya lo sabias.
  • Sí. Lo sabía. Todo lo que me has dicho. Pero me gusta escucharte. Lo sabes.
  • Ya.
  • Te ruborizas. Y no has contestado a mi pregunta.
  • Contéstala tú.
  • Esquivas mi mirada… tienes una mirada triste… te ha empezado a temblar la voz… has empezado a jugar con los anillos… estás nerviosa…
  • Me gustas.
  • También lo sabía. Pero no quería.
  • ¿No quieres gustarme? ¿Cómo es eso posible?
  • Ehhhh… no creo que sea posible… tienes que gustarme sí o sí. Me gustas… qué difícil es esto…
  • No sigas si no quieres. "No me gustas" es una respuesta correcta.
  • Igual lo es para ti, pero no para mí. A mí me gustan los matices. Me gustas. Pero no creo que conectáramos. Prefiero tenerte como amiga. Con todo lo que ello conlleva. Ya sabes que los amigos…
  • Sí, sí. Ya sé. Tu típica excusa: "no conectamos"... en fin... ¿Podría pasar?
  • Siempre parece que me estoy excusanco... Claro que podría pasar. Además seguiríamos siendo amigos.
  • Seguro. Siempre seremos amigos.
  • No me gusta la palabra siempre, pero sí, lo intentaremos, por lo menos.
  • A corto plazo, ¿no?
  • Sí.
  • ¿Sabes que eres un amigo pésimo y peor pareja?
  • Lo último no lo sabes. Y bueno… supongo que tienes razón… ¿por qué?
  • Porque no mientes! Miénteme tío! Casi prefiero seguir engañada que saber la verdad.
  • Lo cierto es que saber la verdad es una putada… creo que lo hago adrede. Me gusta joder a la peña.
  • Menos mal que sé cuándo estás de coña.
  • No estaba de coña, te estaba mintiendo.
  • No sabes. Te quiero… aunque seas un jodido desgraciado.
  • Gracias. Yo también te quiero. Eres una gran amiga.
  • Otra vez mintiendo…

“Aprendí que aquí y ahora es el momento / Que echarse una novia es un gran invento” Vivir para contarlo, Violadores Del Verso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

matiz.
(De matizar).
1. m. Rasgo poco perceptible que da a algo un carácter determinado.
2. m. Unión de diversos colores mezclados con proporción.
3. m. Cada una de las gradaciones que puede recibir un color sin perder el nombre que lo distingue de los demás.
4. m. Rasgo y tono de especial colorido y expresión en las obras literarias.
5. m. En lo inmaterial, grado o variedad que no altera la sustancia o esencia de algo.



matizar.
(Del b. lat. matizāre, usado desde el siglo XII en pintura).
1. tr. Graduar con delicadeza sonidos o expresiones conceptuales.
2. tr. Juntar, casar con hermosa proporción diversos colores, de suerte que sean agradables a la vista.
3. tr. Dar a un color determinado matiz.
4. tr. Nic. embromar (ǁ hacer bromas).


"Dartelo es mi privilegio y como te lo doy, te lo podré quitar. Un corazón no es para siempre, a veces tienes que devolverlo"

Anónimo dijo...

Uhm.... a veces no basta con querer a alguien, ni siquiera es suficiente con amar a esa persona... a veces necesitas algo tan grande, algo tan inmenso que agote el resto de posibilidades y te deje con una única salida: sus labios. Para todo lo demás, la amistad. Muchos hablan de la amistad como el regalo de compensación de un amor frustrado y, creéme, son unos ignorantes. ¿Tú conoces algún amor que dure siempre? ¿Y una amistad? Ser amigos no es un premio de consolación, es la mejor manera de regalar felicidad a largo plazo, comprensión y todas esas cosas que, a los tres años de relación, empiezan a ahogarse en reproches y mentiras. Por poner la fecha tope que dicen los expertos.
En fin... ;)

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