lunes, 22 de enero de 2007

Yo sólo soy un vago fumador bohemio.

Es posible que se acerque a mí esta descripción… bastante. A veces tengo la sensación de que soy un recuerdo borroso. Aquel chico de la barbita que se pasaba el día en el bar del insti… así me recordará alguien… aunque espero que no, sinceramente. No merece la pena que te recuerden. Es lo mismo de siempre. Recordar a alguien significa que no forma parte de tu presente. Por eso yo no recuerdo a nadie. Hay mucha gente que tengo presente… constantemente.
Escribir (hablar) sobre uno mismo explícitamente es difícil. Siempre lo ha sido… por lo menos para mí. Cuando una conversación se centra en mi persona es el momento de cambiar de conversación. Es complicado. Cuando hablo con alguien de sus cosas, de sus problemas, de sus alegrías; procuro empatizar con esa persona, y la mejor forma es compararla conmigo mismo. Y para darle a entender que es así le cuento mi propia experiencia, si la hay; mis sentimientos y mis decisiones entonces… hasta ahí, todo normal. La cosa es que cuando lo cuento no lo hago siendo yo el protagonista… procuro variar nombres y/o lugares para no dar señales de que soy yo. No sé por qué lo hago, sinceramente… simplemente lo hago. Si son cosas banales no me importa ser yo el protagonista… una borrachera, una aventura… da igual. Pero cuando son cosas en las que están implicados algunos sentimientos… no me gusta ser protagonista. Es así. Hay gente que me pilla y hay gente que lo sabe, no me importa. Ellos me lo comentan o no. Si me lo comentan lo admito y si no, no pasa nada. Soy extraño, sí.
No me importa que hablen de mí… me es indiferente. Da igual si es bueno o malo, lo importante es que hablen de uno, que dijo alguien. No estoy de acuerdo. Si tienen que hablar de mi, si son más felices, que lo hagan. Preferiría que no, pero me da igual. Lo que me mosquea algo más es que te lo vengan diciendo. Me parece muy bien que hables de mí, bien, mal o regular, como quieras; pero ya que lo has hecho, no me lo cuentes, por favor… quédate con los comentarios y ya. Parece que quieren presumir… encima.
Luego están los típicos que te venden… para bien o para mal. Te pueden vender bien y buscarte pareja… aunque casi mejor no… puede que acabes vendiéndote tal y como eres y hagas quedar mal a quien te había vendido bien.
A veces me sorprendo sonriéndole a la pantalla… o al espejo… que le jodan al espejo, me sobra con la imagen que tengo de mi… hago cosas muy raras… como rechazar a mujeres sin motivo aparente… como exigir compromiso en la palabra dada…
En lo intranscendente soy vago, perezoso, aburrido, sota… amigo de mis amigos, imbécil, mono, sincero, perspicaz, cabrón, inocente, incoherente a veces, difícil, charlatán si sacan buen tema de conversación… es lo que hay, lo que ves es lo que soy, no soy más que lo que en su día viste
De todas maneras no tengo una opinión formada sobre mí… todo es de oídas. De lo que dice uno y otro… tantas cosas.
“Soy tímido y he asumido tantos comentarios sobre mi que ya no veo nada nítido”
Javat y Kamel, RdeRumba
Uno no puede tener una opinión objetiva de sí mismo… es imposible. Siempre se es subjetivo y partidista. Hay quien logra asumir sus defectos y virtudes y convivir. Hay quien se niega a aceptar sus defectos y vive por fuera… mientas muere por dentro. Y hay a quien le da lo mismo si tiene vicios o virtudes… por ejemplo. Todo se basa en la opinión que tengan de ti. Si fuera cierto diría que me es indiferente lo que opinen de mí… aunque en parte es cierto. Evidentemente me afecta lo que piense mi familia de mí, relativamente… no quiero fallarles. Algo menos mis amigos… tampoco me gustaría fallarles. Son cosas.
Alguien me tendrá rencor, alguien en su recuerdo, alguien no me ha olvidado, alguien no me recuerda… interacciones personales varias.
Voy a acabar la entrada con una conclusión: he conseguido hacer una entrada sobre mí, sin tener que hablar demasiado de mí… increíble, ble, ble

“Ya lo ves no sirvo para odiar
no me canso de esperar, un poco más”
Contigo sin ti, Saratoga.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y, ¿si te digo que no me sorprende? No me sorprende porque, en todo el tiempo que llevo leyéndote, siempre has pasado sobre tu persona de puntillas... y dejas un pequeño rastro pero siempre mides tus palabras para que, con todas las pistas, no se pueda formar un todo. Para que no podamos conocerte.
Las opiniones objetivas no existen, quítatelo de la cabeza. Todos tenemos esa parte subjetiva que se mete en nuestras palabras. Aunque yo no te conociese de nada y te viese paseando por la calle y dijese... ese chaval parece tranquilo (ejemplo), estaría siendo subjetiva... porque estaría estableciendo un criterio de lo que para mí significa la tranquilidad que, probablemente, no sea lo mismo para mi vecina del segundo, que acaba de tener un bebé. No sçe si me explico.
¿Recuerdas cuando eras pequeño? ¿Te recuerdas a ti mismo hace algunos años? ¿Has desaparecido de tu presente? Recordar no significa que las personas hayan desaparecido... solo significa que algo o alguien te trae su recuerdo a la mente o, simplemente, que la distancia hace que actives ese mecanismo de la memoria, el que impide que olvidemos lo verdaderamente importante.
¿Qué es lo que tienes tanto miedo de mostrar? ¿Acaso no eres, en esencia, como todos? Porque, a fin de cuentas, todos tenemos los mismos miedos... y el miedo es el factor clave.
No quiero ser pesada!! jaja... ;)
Saludossss!!!!!! =)

Anónimo dijo...

Uiq parrafada te he soltado... sorry!!!

Anónimo dijo...

[esperando actualización]

Creative Commons License
Esta obra está publicada bajo una licencia Creative Commons.