lunes, 8 de mayo de 2006

El primer día del resto de mi vida.

Bueno, bueno, bueno… parece que llegan tiempos de cambio. Tranquilidad… inactividad… sosiego… paz… bueno, paz no.
El mal me ha abandonado. Total, que hoy he empezado “el tratamiento”. Que jebi suena… y que difícil. Bueno… no tan difícil, de momento lo único que he hecho ha sido orinar en un bote de plástico. “Hasta septiembre” me ha dicho la trabajadora social… pero hasta septiembre sólo hay cinco meses… no se. Si sale bien… estás que lo dejo.
Lo dicho. El primer día del resto de mi vida. Cambios por doquier! El sábado me probé tres pantalones que tenía en el armario desde un poco antes de navidades… en dos de los cuales estaba literalmente embutido. El tercero ni siquiera abrochaba. Cambios. Igual que si fuese fin de año, propósitos. Más deporte. Vida sana. Se hará lo que se pueda. Dormir más, madrugando.
El primer día del resto de mi vida. Más antisocial. Más borde. Más cabrón. Menos hablador. Menos chistoso. Menos ridículo. Menos idiota. Más imbécil. Y no es que quiera, pero es lo que hay. Y eso que… en fin. Supongo que lo llevaré bien… ¿no? Pero… éste malestar, ésta sensación de incomodidad, éste dolor de estómago… ¿tendrá algo que ver?
Se acabó el ligar… se acabó la elocuencia… se acabó la risa gratuita… se acabó la felicidad…
Y el sábado me sentí idiota, imbécil, gilipollas… de todo, vamos. “Quítate esa vergüenza y éntrale de una vez”, me decían… y me decidí… y me interrumpieron… y la tierra no me quería tragar… y no me tragó… pero desaparecí… por poco tiempo… el suficiente para reventar otros tantos millones de neuronas… de manera que todo parecía distinto a cómo había pasado…
Pero todo me sigue oliendo a ti… sigue palpitando en exceso cada vez que te veo… se me siguen atragantando las palabras… y no hay remedio.
Está claro que no sé. Cada vez me doy más cuenta. Y el futuro no parece ser más productivo. Una vez más… una vez más sólo… una vez más solo…

“Cada vez más sordo, cada vez más loco,
tampoco estoy roto pero por poco,
cada vez más solo, y cada vez más triste,
cada vez más cadáver ¿quién coño resiste?
trae ese ron es la canción de los alcohólicos por desamor que viven soñando,
viven cantando, y yo estoy entrenando estos versos perfectos que he estado pensando”
Trae ese ron, Doble V

Y todo a dos días del cuarto de siglo. Por cierto... felicidades espíritu alcohólico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uauhhh!! Soy tu único enlace aun blog...me siento privilegiada!

Bueno, si entraste y salió mal, ya saldrá bien a la próxima. De todas formas, por mucho que te digan, haz lo que tu creas correcto. Si te equivocas, al menos habrá sido haciendo lo que tu creias... y no podrás echarle la culpa a nadie.

Eso del mal me lo tienes que explicar.

Un besito!

Creative Commons License
Esta obra está publicada bajo una licencia Creative Commons.