sábado, 12 de noviembre de 2005

Tú, otra vez.

Tu nombre en el móvil una vez más. Una vez más se repiten todos los tópicos de nuestras llamadas. La frase repetida cincuenta veces. Siempre me llamas lo mismo… bueno, esta vez has ampliado vocabulario “hijodeputa”, bien dicho. Una vez más borracha/morada… una vez más.
Momentos de risas, joder me duele la barriga de reírme… contigo y tus colegas.
Momentos de reproches… tienes toda la razón, y lo sabes.
Me duele el corazón cada vez que me preguntas si te he querido… no entiendo… pero supongo que tienes razón. Nunca supe demostrártelo. Tampoco supe nunca agradecerte que me quisieras tanto… claro que yo no sabia que era tanto… lo se ahora. Aunque lo suponía. Sigo dándole vueltas muchas noches al por qué de nuestro final… creo que fui yo el culpable. Estoy casi seguro. Sigo pensando qué hubiera pasado de haber sabido lo que se ahora… igual seguiría en Badalona… igual seguiríamos juntos… igual…
Esta vez mis neuronas ni siquiera han formado. Saben de sobra que no hay victoria posible. Tus palabras son dardos directos al corazón, nada pueden hacer mis neuronas. Caen al suelo, inertes. Disparaste una ráfaga muy larga… y noté la sangre abrasándome por dentro. Una gota salió al exterior y resbaló por la mejilla hasta perderse en la maraña de mi barba, escondida, para que nadie sepa de donde ha salido o hacia donde va… para que ni yo sepa porque ha salido. Te quiero. Aunque no me creas. Aunque no sepa decírtelo. Aunque no sepa demostrártelo. Te quiero. Quiero abrazarte. Quiero pegarme a ti durante minutos y sentirme bien, lo necesito.
Prometí no más lágrimas inmerecidas. Quizá merezcas… mucho más.
Estoy vacío. Menos mal. Debo seguir vaciándome, para que no me afecten tus llamadas, para que no me afecte la traición, para que no me afecten los comentarios.
Hemos hablado… bueno, has hablado. Siempre hablas tu. En parte porque no se que decirte que no te haya dicho ya…
Pero hemos hablado de cosas que no sabía… de cosas que pasaron hace años y me dan la razón hoy en día… y siguen negándolo… y siguen queriendo convencerme, y siguen poniendo esa cara de… de… joder! De hipócritas y de hijos de puta. Y siguen queriendo hacerme creer que soy yo… cuando los hechos dicen lo contrario… joder! Gasolina y fuego… que ganas de venganza… pero no… la venganza es un trasto tan inútil
Joder! Una pared de cincuenta metros de alto por cien de ancho… en amarillo sobre un fondo negro dice: “El cielo es azul”. Y los que lo miran dicen: “No, el cielo es verde”. Y ahora yo entiendo. Por fin. No es que nieguen que sea azul. Tampoco es que vean el cielo verde. Es más, lo ven azul. En cambio hacen creer que lo ven verde. Quieren convencer de que es verde. ¿Para qué? No se. Eso de momento no lo entiendo… igual es maldad… igual, ya todo puede ser.

Me gustaría poner un trozo de canción bonita, para tí, para que veas que te quiero... pero prefiero cantártela al oído. Además, tus noticias me han puesto de muy mala hostia. Necesito acción.

“Tu que sabes, seguimos ahí a pesar de los pesares.
(…)
Que hablen a veces tienen razón,
se me cruzan los cables y me vuelvo un cabrón.
(…)
Sigues ahí dando y dando cuerda
y el precio de tu palabra sabemos vale una mierda.
(..)
Habláis de gratis ¿por qué?
tu lo sabes yo lo se
ellos lo saben también
a quien queréis sorprender.
Estás de más ya chaval
a quien queréis engañar
sigue con esa actitud nadie lo cree menos tu”
Habláis gratis, V.K.R.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Me ha sorprendido gratamente tu comentario y, sobre todo, el enlace que me ha permitido conocer tu blog. Me gusta esta carta rota y sincera, es directa... Me gusta el trozo de canción de VKr que pones al final...

Solo una pregunta... si me lees a menudo... ¿por qué nunca había tenido noticias tuyas? Es injusto que tú me conozcas y yo a ti no, ¿no crees? Pero gracias por darme la oportunidad de hacerlo.

Un saludo

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